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Tyrannosaurus es un genero extinto de dinosaurio teropodo conocido como el genero con uno de los depredadores mas feroces que jamas haya caminado la tierra. Vivió en lo que hoy es América del Norte, en lo que anteriormente durante el Cretacico superior era un continente llamado Larimidia, aproximadamente hace 68 a 66 millones de años durante la edad Maastrichtiana en el Cretacico superior.

Descripción[]

El T.rex medía más que cuatro coches en fila y pesaba más que un elefante.La cabeza de un hombre adulto le llegaría a media pantorrilla.Nadie sabe que sonidos emitía, pero quizás rugía o graznaba para llamar a sus crías o mantenerse en contacto con otros miembros del grupo.

Cráneo[]

El cráneo del Tyrannosaurus, que era muy grande en relación al cuerpo comparado con el de la mayoría de animales actuales. Tenía cuatro agujeros en el cráneo, dos a cada lado. Los científicos los llaman ventanas, y sirven como punto de inserción de los músculos del cráneo y también para reducir el peso de este, sobre todo en los terópodos como el Tyrannosaurus. 

Dentadura[]

Los dientes del Tyrannosaurus eran tan grandes como un plátano. Su tamaño y forma variaban en función de donde se encontraran dentro de la mandíbula, para aprovecharlos al máximo. A pesar de ello, sus dientes eran mucho más similares entre sí que los de los humanos. Nuestros dientes están divididos en incisivos, caninos, premolares y molares, cada uno con una función específica, pero todos los dientes del Tyrannosaurus servían básicamente como cuchillos para trinchar carne. Otra característica nuestra esque nuestros dientes solo pueden cambiarse una vez, es decir, los dientes de los niños, llamados dientes de leche, se caen en el paso a la adolescencia y son reemplazados por un nuevo juego de dientes que tendremos que llevar toda la vida, pero el Tyrannosaurus no tenía que preocuparse de su higiene dental, pues poseían más de dos denticiones, ya que los dientes se caían con bastante frecuencia al morder a una presa y agitarla de un lado a otro. Por eso, un diente nuevo crecía rápidamente para sustituir al diente perdido. Los nuevos dientes no paraban de crecer dentro de la boca, por lo que también expulsaban a los dientes más débiles. Gracias a esto, se cree que el tiranosaurio renovaba por completo su dentadura cada año.

Mordisco[]

Gracias a una famosa tibia se ha podido comprobar como era la mordida del Tyrannosaurus. Hace unos pocos años se descubrió una tibia de Triceratops con extraños agujeros, que luego se demostró que eran marcas de dientes de un Tyrannosaurus. Este descubrimiento fue muy importante, ya que brindaba a los expertos la posibilidad de analizar con detalle el mordisco de este animal y calcularon la fuerza de su mandíbula basándose en los agujeros del hueso. Para ello se comprobó que los agujeros de los huesos de la tibia encajaban con los dientes del Tyrannosaurus y se calculó la potencia de sus mandíbulas mediante moderlos computerizados para que sus mandíbulas atravesarán la piel y la carne de un Triceratops hasta llegar al hueso. El resultado fue que la fuerza de mordida del Tyrannosaurus era de... ¡3,5 toneladas, la mitad de su propio peso!

Cerebro e inteligencia[]

Como sucede con muchos animales, el gran tamaño de la cabeza no es indicativo de una mayor o menor inteligencia, pues es más importante el tamaño de las regiones del cerebro. Este estudio, realizado mediante un escáner TAC del cráneo, revela que el área dedicada al olfato de este animal estaba bastante desarrollada. De todos modos, el tiranosaurio no era especialmente tonto, pues era un dinosaurio depredador o terópodo, y todo depredador necesita un gran cerebro para la caza. 

Patas delanteras[]

Hoy en día, el debate sobre los cortos brazos del Tyrannosaurus sigue vigente. Hoy se sabe que los brazos eran en realidad más fuertes de lo que parecen, y podían realizar algún tipo de acción sobre las presas de este animal. Pero aunque esto fuera así, se desconoce por qué el grupo de los tiranosaurios tenía unos brazos tan cortos y llegó a tener sólo dos dedos, ya que los miembros inciales de la familia, como el Guanlong tenían los típicos tres dedos de los terópodos. Una teoría sugiere que esos brazos tan cortos son el resultado de que estos animales empezaron a alimentarse más y más de carroña, y por que ya no tenían que cazar tantas presas, sus brazos se fueron atrofiando.

Patas traseras[]

Los dinosaurios terópodos como el Tyrannosaurus, se caracterizaban por ser tridáctilos, lo que significa que este animal se desplazaba usando tres dedos. Esto se sabe gracias a que se han hallado huellas de pisadas de este animal (llamadas icnitas). Pero también se puede conocer gracias a los dedos del pie (huesos tarsales y metatarsales) y de los dedos (falanges). Los tres dedos del Tyrannosaurus estaban muy espaciados entre sí, de forma que creaban una amplia superficie para repartir el peso e impedían al animal caerse en la carrera. 

Postura[]

Hace muchos años que se conoce la existencia del Tyrannosaurus. Y ya desde su descubrimiento, la forma de desplazarse del Tyrannosaurus ha sido motivo de debate, pues la diferente posición de sus huesos, como las vértebras, podía indicar formas distintas de locomoción, sin contar como este animal soportaba su gran peso. Por ello es común encontrarlo en dos posturas distintas: una con el cuerpo casi erguido y la cola tendida en el suelo y la otra con la cola y el cuerpo horizontales respecto al suelo.

En los primeros años, se pensó que el Tyrannosaurus tenía una postura de trípode, es decir, con tres puntos de apoyo, en su caso, las dos patas traseras y su cola. Así fue como se lo representó durante mucho tiempo, incluso en las películas de los años 40 o 50; esta postura sugiere que era un animal bastante lento. 

Hoy esta concepción ha cambiado y se cree que el tiranosaurio adoptaba una posición horizontal respecto al suelo -aunque podía ponerse medio erguido si era necesario-, la cabeza quedaba a una altura algo superior a la cola y esta se mantenía bastante elevada, ya que la usaba como timón.

Los investigadores dedicados al estudio de los dinosaurios se han preguntado si el tiranosaurio era capaz de sentarse y agacharse, dado que no presentaba ningún hueso como nuestro cóccix, que es el que permite que nos podamos sentar. Algunos científicos han demostrado que el Tyrannosaurus no podía sentarse como lo hacemos nosotros, sí que era capaz de agacharse, doblando sus patas traseras, y posteriormente levantarse sin dificultad, de modo que adoptaba una posición similar a la de estar sentado. Se cree que al levantarse, el Tyrannosaurus doblaba la cola hacia arriba para equilibrar más el cráneo y no caerse de cabeza.

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Postura incorrecta del Tyrannosaurus

Sentidos[]

La vista: Los dinosaurios carnívoros, es decir, los terópodos, tenían una buena vista. El propio tiranosaurio veía bastante bien. Aunque en la película Parque Jurásico se decía que el tiranosaurio sólo podía distinguir objetos en movimiento, no hay ninguna razón para ello. Además, gracias a los restos de cráneos encontrados, se ha descubierto que tenían un buen olfato, lo que se relaciona con una buena vista. Al parecer, la relación entre el tamaño del ojo y el del animal era similar al de una orca. El Tyrannosaurus tenía los ojos bastante cerca uno del otro, lo que permitía que las imágenes centrales se solaparan, mejorando así la capacidad de reconocer objetos y su localización. Sin embargo, hubo terópodos con una mejor vista que la del Tyrannosaurus, como los ornitomimosaurios, que tenían unos ojos enormes en relación al cuerpo o también animales como los dromeosáuridos o los troodóntidos, cuyos ojos estaban aún más próximos entre sí, lo que sugiere que se alimentaban de presas rápidas y ágiles. Pero volviendo al tiranosaurio, probablemente sus ojos fueran similares a los de un gato, quizás tuvieran la pupila con una forma rallada de día, pero no de noche.

Comportamiento[]

¿Dinosaurio caníbal?[]

Uno de los Tyrannosaurus más famosos del mundo es Sue, del que hablaremos más adelante. Tan pronto como fue descubierto, una de las principales discusiones de los paleontólogos giró alrededor al curioso estado de la tibia del animal. La tibia del animal estaba rota, pero de una forma tan particular que solo pudo ser causada... ¡por otro Tyrannosaurus! Este descubrimiento ha dado pie a algunas teorías que apuntan a que el Tyrannosaurus atacaba a miembros de su propia especie, es decir, era un caníbal.

Técnica de caza[]

El Tyrannosaurus, con su gran tamaño, necesitaba una gran cantidad de carne, por lo que tenía que vivir en regiones con presas abundantes. Sus patas podían correr hasta a 40 km/h, pero probablemente no podía seguir con ese ritmo mucho tiempo, como los jaguares. Por ello solía tender emboscadas, y posiblemente cazara en manadas, rodeando a dinosaurios como el Triceratops o el Edmontosaurus. Algunos científicos albergan dudas acerca de si se trataba de un depredador especialmente peligroso, o más bien un carroñero que seguía a las grandes manadas de dinosaurios esperando a que algún dinosaurio enfermara o muriera, y esto era posible porque ambos animales podían moverse igual de rápido. La respuesta a la pregunta de cuánta carne comía el T-rex depende de si era de sangre caliente o fría. Por ejemplo: 100 antílopes alimentan a 10 cocodrilos, de sangre fría, o a 1 león, de sangre caliente, esto indica que los animales de sangre caliente comen 10 veces más que los de sangre fría. Se cree que era de sangre caliente, así que el simple hecho de cazar ya consistía un enorme gasto de energía, por lo tanto tenía que comer hasta un cuarto de su peso corporal. Para atacar a los herbívoros acorazados como el Euoplocephalus les agredían por el costado, teniendo cuidado de no acercarse a la cola, y tras esto intentaban tumbarlos porque en el vientre no tenía armadura.

La mandíbula de los tiranosaurios poseía dientes de distintos tamaño y distintos usos, ideales para aprovechar al máximo cada presa. Y gracias a esto, podemos reconocer la dentadura completa de un T-rex en una presa que haya llegado hasta nosotros. Asi sabemos lo que comía y cazaba. De hecho se han encontrado mordiscos en placas óseas de Triceratops, lo que nos ha permitido comprobar la fuerza de la mordida del tiranosaurio. Cuando mordía a un animal, el T-rex mordía tan fuerte que podía romper huesos y dejar unos agujeros en la carne de 11 cm de profundidad. También podía atacar con las patas delanteras apoyando parte de su peso en la cola.

Se cree, que al igual que el actual Dragón de Komodo, su saliva contenía unas bacterias mortales, es decir, su saliva contenía veneno, esto ayudaba a matar a sus presas, que, moría de perdida de sangre y que por si fuera poco, por las bacterias tóxicas que entraban en la herida.

Descubrimiento[]

Los estudios sobre el Tyrannosaurus son muy numerosos y se iniciaron en el siglo XIX, en Norteamérica, el único continente en que se hallaron restos del animal. Pero su descubrimiento, como el de muchos otros dinosaurios, está plagado de anécdotas y le ha llevado a recibir diferentes nombres a lo largo de la historia, como Dinamosaurus o Manospondylus.

Su historia se remonta a 1892, año en el que el famoso paleontólogo estadounidense Edward Drink Cope, halló un trozo de vértebra, describió al animal y le dio el nombre de Manospondylus gigas. Sin embargo, años más tarde, en 1912, y tras el hallazgo de nuevos restos, otro paleontólogo, Henry Fairfield Osborn, definió esta vértebra como perteneciente a la especie Tyrannosaurus rex, que el mismo había nombrado en 1905. 

Restos fósiles[]

El primer descubridor de un Tyrannosaurus fue Edward Drink Cope, el honor de nombrar a la especie lo tuvo Henry Fairfiel Osborn. Para ello, se basó en los restos fósiles hallados en la formación Hell Creek de Montana, y que fue encontrada por un amigo suyo llamado Barnum Brown entre 1902 y 1905. Él halló cinco restos de tiranosaurios. Desde el primer descubrimiento hasta la actualidad, se han hallado muchos esqueletos de tiranosaurios, que suelen estar muy incompletos. Por ello, los hallazgos completos se han hecho muy famosos, hasta tal punto que algunos especímenes se han nombrado con nombre propio, generalmente el de su descubridor.

Este es el caso de Sue, un ejemplar de Tyrannosaurus hallado en Hell Creek cuyo esqueleto estaba completo en más de un 90%. Su nombre procede de su descubridora, la paleontóloga amateur Susan Hendrickson. Gracias a la cantidad de material hallado, se ha podido conocer mejor la anatomía, el crecimiento y la forma de vida del tiranosaurio. Un ejemplo bastante bueno lo proporcionaron sus costillas. Gracias a ellas, se pudo determinar la edad a la que el animal había dejado de crecer, a los 19 años, y que aún vivió 9 años más, es decir, hasta los 28 años de edad. El analísis de cuántos años vivió sin crecimiento aparente se realizó mediante la observación de que en realidad los dinosaurios nunca dejaban de crecer, pero tras alcanzar la madurez sexual, su crecimiento frenaba en seco. Actualmente este dinosaurio está expuesto en el Field Museum de Chicago. Todas las piezas del esqueleto son las originales, excepto el cráneo. El motivo es que el cráneo de Sue es demasiado pesado (282 kg) para ser expuesto, ya que podría poner en peligro la estabilidad del esqueleto. Otros restos bastante completos de Tyrannosaurus han sido apodados Stan y Jane.

Stan fue descubierto por otro paleontólogo amateur, Stan Sacrison, en la misma formación en la que se halló Sue. Este ejemplar demuestra que de hecho las hembras de Tyrannosaurus eran mayores que los machos y que solían ser ellas las que peleaban por el derecho a reproducirse.

En cuanto a Jane, su esqueleto corresponde a un individuo de menor tamaño, lo que al principio hizo pensar que era una especie pequeña de tiranosáuirdo, quizás emparentada con el Nanotyrannus, aunque más tarde se comprobó que, en realidad, se trataba sólo de un ejemplar joven, lo que da información acerca del crecimiento y la fase juvenil del Tyrannosaurus. 

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